El arzobispo metropolitano de Tegucigalpa, Monseñor José Vicente Nácher Tatay, celebró su primera eucaristía desde la catedral de la capital hondureña.
En su mensaje llamó a los cristianos a acompañar a las personas que luchan por mejorar en su vida espiritual: «hay veces que Jesús perdona y rehabilita pero le corresponde a la comunidad acompañar, de la mano al que ha salido de su oscuridad», expresó el ahora máximo líder de la iglesia católica en Honduras.
«No está mal recordar, que, aunque haya agua y luz no brotará la vida nueva, si no hay un sustrato, un «humus» sobre el que modelar la nueva existencia», agregó Nácher.