Un grupo de científicos descubrió en el sur de Australia los restos fósiles de una enorme águila extinta que sobrevoló el país oceánico hace unos 60.000 años y que tenía unas garras poderosas de 30 centímetros que le permitían cazar animales del tamaño de canguros, informaron fuentes académicas.
La llamada águila de Gaff (Dynatoaetus gaffae), cuya envergadura alcanzaba los tres metros, «fácilmente» pudo cazar «a un canguro gigante juvenil, a un ave no voladora de gran tamaño o a otras especies de la megafauna perdida de aquella época», dijo en una nota el paleontólogo Trevor Worthy, experto en aves prehistóricas y líder de la expedición científica de la Universidad de Flinders.
Los científicos del centro universitario, que emparentaron al águila de Gaff con los buitres del Viejo Mundo (Aegypiinae) de África y Asia y con el águila de Filipinas -que come monos y está en peligro de extinción- consideran que se trata del ave de presa más grande de la zona continental australiana y potencialmente el águila continental más grande del mundo.
Era el ave rapaz más grande que jamás haya vivido en el continente, y probablemente el águila continental más grande de todo el mundo, según una nueva investigación de la Universidad Flinders.