La Nunciatura Apostólica en Nicaragua cerró su sede en Managua, después que el Gobierno del presidente Daniel Ortega le planteara al Vaticano suspender las relaciones diplomáticas la semana pasada tras las declaraciones del papa Francisco, que calificó como «dictadura grosera» al Ejecutivo sandinista, informaron este sábado (18.03.2023) fuentes diplomáticas.
«La Nunciatura se cerró después de que el gobierno nicaragüense decidiera unilateralmente suspender las relaciones», indicó la Embajada de Alemania en Nicaragua, a través de sus redes sociales.
El embajador de Alemania en Nicaragua, Christoph Bundscherer, junto a sus colegas de Francia, Brieuc Pont; de Italia, Simone De Santi; y una representante de la delegación de la Unión Europea (UE) en Nicaragua, se despidieron del encargado de negocios del Vaticano en Managua, monseñor Marcel Diouf, «antes de su salida del país».
Según el portal nicaragüense Confidencial, Diouf salió de Nicaragua la tarde del viernes vía terrestre con destino a Costa Rica, en donde se encuentra. El medio, que cita fuentes diplomáticas en Roma, informó que la sede de la Nunciatura en Managua quedó bajo resguardo del Gobierno de Italia, a través de su embajada en Managua.
Fuentes vaticanas explicaron a EFE que Nicaragua efectuó una petición a la Santa Sede para el cierre de las sedes diplomáticas respectivas, aunque no existe aún una ruptura de las relaciones diplomáticas. La petición ha sido para el cierre tanto de la Nunciatura, representación vaticana en el país centroamericano como de la embajada nicaragüense ante la Santa Sede, especificaron.
Nicaragua no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor, y sólo cuenta con una ministra consejera para las gestiones. Asimismo, en marzo del año pasado, el Gobierno también expulsó al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.