Emmanuel Macron decidió el jueves aprobar la reforma de pensiones de Francia sin el voto de los delegados, dijeron fuentes cercanas al poder ejecutivo, insinuando la capacidad del presidente para usar recursos constitucionales para aprobar especificaciones controvertidas.
La decisión se tomó minutos antes de la votación programada, ya que el gobierno aún debe ser aprobado por la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento francés.
La batalla en Francia por un proyecto de ley para aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años llegó a su punto crítico el jueves cuando pasó a la Asamblea Nacional para una votación final sobre una sentada o un mandato presidencial. Se sabe que si el partido gobernante no obtiene la mayoría para adoptar el texto, puede apelar al artículo 49.3 de la constitución francesa, que permite la adopción sin votación.