La cantante y DJ inglesa se ha pronunciado a la noticia del embarazo de su ex con Bader Shammas.
Lindsay Lohan anunció la tarde de ayer que espera a su primer hijo, fruto de su matrimonio con Bader Shammas, con quien se casó a mediados del año pasado.
La actriz de 36 años posteó una tierna foto de una pieza de ropa para bebé con la frase “Muy pronto” y acompañó la publicación escribiendo: “¡Estamos bendecidos y emocionados!”, generando revuelo entre sus seguidores, entre ellos su amiga Paris Hilton.
La noticia del embarazo de la estrella de “Chicas pesadas” ha sorprendido al mundo del espectáculo, luego del giro que dio su vida tras conocer a su ahora esposo después de los múltiples escándalos que protagonizó siendo muy joven, entre adicciones, arrestos y romances de Hollywood.
Hablando de los romances de la actriz pelirroja, hubo uno de sus ex amores que reaccionó feliz a esta noticia. Se trata de la cantante Samantha Ronson, con quien mantuvo una relación intermitente hasta el 2009.
Y es que aparentemente todo se acabó entre ellas en los mejores términos, al punto que ella solo tiene buenos deseos para la actriz, así lo declaró a TMZ.
“Le deseo todo lo mejor”, dijo. “Siempre es una gran noticia cuando alguien está esperando un bebé”, añadió.
La historia de amor de Lindsay Lohan y Samantha Ronson
Lindsay Lohan salió con Samantha Ronson durante casi dos años y tal y cómo ella lo reconoció, su relación estuvo llena de altibajos que las llevó por caminos separados.
La actriz reconoció a Us Weekly que su noviazgo con la artista inglesa no perduró porque ambas eran demasiado tóxicas y se estaban haciendo mucho daño, así que optaron por mantener una simple amistad.
«Necesito quererme primero a mí antes de volver a estar con alguien, he pasado por demasiado. Dos personas tóxicas no pueden estar juntas, no hay más que añadir. Ahora somos amigas, como al principio de nuestra relación, y de veras creo que así es como debe ser», mencionó.
Desde que inició su romance con Ronson, Lindsay Lohan tuvo que lidiar con la carga mediática y el morbo que generaba su nueva preferencia sexual, sin embargo se arriesgó y aunque no salió como ella lo esperaba aprendió la lección.
«Fui lo suficientemente valiente para decir públicamente: ‘Sí, me gusta una chica, ¿y qué?’. Pero la puse a ella en una situación en la que era atacada todos los días. Eso no es justo. Además, al final, ¿qué me queda? Un corazón roto. Eso pasó hace tres años y fue mi última relación seria», añadió.
