El presidente estadounidense, Joe Biden, anunciará este martes nuevas acciones con las que espera endurecer el acceso a las armas de fuego en el país y lo hará en Monterey Park, California, uno de los estados más afectado y donde un hombre mató a once personas en la ciudad de Monterey Park, a 15 kilómetros de Los Ángeles, y se suicidó poco después cuando fue acorralado por la policía.
Allí tiene previsto dar un discurso sobre el control de armas de fuego y explicará las medidas que quiere impulsar, como por ejemplo encargar al fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, que ajuste la definición legal actual de las empresas que venden armas para que se ciñan en mayor medida a la ley que les obliga a verificar los antecedentes penales de todo potencial comprador.
A su vez, anunciará que el Gobierno va a poner en marcha campañas de información sobre las denominadas leyes de «alerta de peligro» o «Red Flag», que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos.
Con respecto a los fabricantes, Biden pedirá a la Comisión Federal de Comercio elaborar un informe sobre cómo estas empresas promueven el uso de armas de fuego entre los menores de edad, señaló la Casa Blanca.
En junio se cumplirá un año desde que el Congreso aprobará un limitado pero histórico acuerdo legislativo para el control de las armas de fuego. El proyecto de ley incluyó una revisión del proceso de compra para los menores de 21 años e incluyó incentivos para los estados que aprobasen las llamadas leyes de «alerta de peligro».
Sin embargo, este tipo de restricciones se ha encontrado con la oposición de algunos miembros del partido republicano, quienes han argumentado que viola los derechos constitucionales.