El papa Francisco comparó por primera vez al Gobierno sandinista de Nicaragua con una “dictadura” comunista o hitleriana, y comentó “con mucho respeto” que el presidente Daniel Ortega padece “un desequilibrio” mental. A la par se refirió sobre el obispo Rolando Álvarez: “Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”.
En una extensa entrevista con el medio argentino Infobae, el sumo pontífice se refirió, por primera vez, en fuertes términos sobre la situación en Nicaragua. Postura que muchos sectores nicaragüenses han demandado al santo padre.
El sumo pontífice comparó a Daniel Ortega con genocidas como Vladimir Lenin o Adolf Hitler.
“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras”, sostuvo.
El periodista Daniel Hadad, fundador de Infobae, le preguntó al papa qué pensaba sobre los ataques de Ortega a la Iglesia católica, y Francisco contestó: “con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Daniel Ortega)”.
Durante la conmemoración del 89 aniversario de la muerte de Augusto C. Sandino, a finales de febrero pasado, el caudillo sandinista calificó a los curas, obispos y papas como “una mafia” que no representan los principios de Dios ni los de Cristo.
“¿Quién elige al papa? ¿Cuántos votos consigue el Papa entre lo que es el pueblo cristiano? Si vamos a hablar de democracia el pueblo debería elegir en primer lugar a los curas del pueblo (…) que sea el pueblo el que decida y no la mafia que está organizada en el Vaticano”, dijo Ortega.