Más de 40.000 personas, según la Policía, y hasta 60.000, según algunos medios, protestan este miércoles en Atenas para exigir responsabilidades políticas por el accidente de tren que el pasado día 1 de marzo causó 57 muertos y denunciar el mal estado de las infraestructuras ferroviarias.
Miles de universitarios, escolares y trabajadores se manifiestan a lo largo de todo el centro de la capital griega, en una de las protestas más multitudinarias de los últimos años, en protesta contra el Gobierno conservador, en el poder desde 2019.
«El Estado ha dejado abandonado el transporte público y los ferrocarriles, algo que crea mucha indignación», dijo Theopisti Rapti, una estudiante de arquitectura que participa en esta protesta, dentro de la huelga de 24 horas convocada por el sindicato de funcionarios públicos.
«Existe un deterioro generalizado en la calidad de vida que no solo crea malestar pero, sobre todo, decepción», señala la joven.