El nuevo dron kamikaze Bumerán, presentado por el Ministerio de Defensa de Rusia, se une al arsenal de drones que están siendo utilizados en la guerra en Ucrania por los dos bandos, entre ellos el Shaded 136 de fabricación iraní, el Baryaktar turco, el Switchblade norteamericano, el R18 ucraniano o el Orlan-10 ruso.
Rusia declaró que su defensa antiaérea frustró un intento de «ataque masivo» ucraniano con drones contra la península de Crimea y varios drones de origen desconocido provocaron ayer la alarma en la retaguardia rusa, desde la región de Moscú a San Petersburgo y la costa del Mar Negro.
Por su parte, Ucrania sufre continuamente el bombardeo ruso de ciudades e infraestructuras y asegura que sus defensas han derribado ya 650 drones kamikaze de fabricación iraní desde el pasado septiembre.
Los drones militares son vehículos no tripulados de combate aéreo, generalmente armados y cuyas misiones son controladas a distancia. Sus misiones incluyen la vigilancia, la defensa o el ataque, y su papel ha cobrado relevancia hasta convertirse en una herramienta de combate habitual en los conflictos armados actuales.