Vagones calcinados, ventanas esparcidas a kilómetros de distancia, columnas de humo. Grecia vive hoy una tragedia nacional, después del choque de dos trenes al norte de Larisa, en el centro del país. Al menos 36 personas han muerto y hay más de 85 heridos -seis de ellos muy graves- según confirman las autoridades. Los medios locales lo bautizan ya como el peor accidente ferroviario de la historia del país.
Es pronto aún para saber las causas del siniestro, ocurrido en la noche del martes. El tren de pasajeros, que se dirigía a Tesalónica (la segunda ciudad de Grecia), chocó de frente con un tren de mercancías que circulaba en dirección contraria. Los dos iban por la misma vía, según confirmó el gobernador de la región de Thessalia, Kostas Agorastos. «Los vagones 1 y 2 ya no existen», declaró Agorastos.
Debido a la violencia y a la velocidad de la colisión, las locomotoras y los vagones delanteros quedaron absolutamente destrozados. Y los respectivos conductores y miembros de la tripulación murieron. Las primeras investigaciones apuntan a un error humano.