Una poderosa tormenta invernal barrió ayer las planicies del norte y la parte superior del medio oeste de los Estados Unidos, trayendo nieve, lluvia helada y fuertes vientos que dejaron a miles sin energía y cientos de aviones aterrizados.
Gran parte del norte de Estados Unidos, desde Washington hasta Nueva Inglaterra, permanece en alerta. Algunas áreas también podrían ver hasta 18 pulgadas de nieve, vientos de 80 mph y escalofríos de hasta menos 40 grados, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Al mismo tiempo, partes del Valle de Ohio y del sur del país podrían presentar altas temperaturas a partir del jueves y durante los próximos días. Se espera que los termómetros alcancen los 31 grados en Jacksonville, Florida.
En Wisconsin, Michigan, Illinois, Indiana y Nueva York, los vientos y las lluvias heladas dejaron sin electricidad a unos 900 mil hogares y empresas.
La tormenta ha causado la cancelación o el retraso de más de mil 300 vuelos en el país, según los datos de Flightware.com. En tanto, las autoridades advirtieron a las personas que podrían enfrentarse a condiciones peligrosas si deciden recorrer las carreteras.
Otro temporal provocó un tiempo inusual en California, donde gran parte del estado estaba bajo alerta. En San Francisco se registraron inusuales ráfagas invernales, mientras que en las zonas más elevadas –incluso en Los Ángeles– se esperaban ventisca.