Con más de 15 metros de altura los pinos lucen imponentes en las zonas boscosas que rodean el Distrito Central y sus alrededores, sin embargo, es la vegetación que más ha sido víctima de la tala inmisericorde en el municipio.
A la lista de este delito ambiental se suma el encino y el roble, como las maderas que más se codician para su corte ilegal.
El último reporte del ICF solo revela la recepción de diez denuncias, las cuales se atienden en conjunto con otros organismos responsables de proteger el bosque.
Entre los sectores más afectados por la tala se encuentran La Tigra, Mateo, Zambrano y los municipios de Valle de Ángeles y Lepaterique.