El exsecretario de Seguridad Pública de México fue declarado culpable este martes en el juicio que se llevó a cabo en su contra en la Corte del Distrito Este de Brooklyn (Nueva York, EE.UU.), en el que se le acusó de complicidad con el Cártel de Sinaloa.
Los 12 miembros del jurado (siete mujeres y cinco varones) dieron a conocer un veredicto: García Luna fue declarado culpable de los cinco delitos que se le imputan, cuatro de ellos relacionados con narcotráfico. De esta manera, finalizó esta etapa del juicio que comenzó el pasado 11 de enero y que tuvo 18 audiencias en las que participaron 27 testigos, 26 de ellos por parte de la Fiscalía norteamericana.
Se espera que el juez Brian Cogan dicte una sentencia en una audiencia prevista para el próximo 27 de junio.
Polémico juicio
Entre las personas que declararon hubo nueve narcotraficantes ya condenados en EE.UU., además de diplomáticos, policías y agentes de la Agencia para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y el Buró Federal de Investigación (FBI).
La única testigo convocada por la defensa fue Linda Cristina Pereyra, la esposa de García Luna, que explicó los negocios que realizaron y que supuestamente explican el abultado enriquecimiento de la pareja. El exfuncionario, en tanto, se negó a declarar y a hacer uso de su derecho a ejercer defensa propia.
A sus 54 años, García Luna enfrentó cinco acusaciones: tres por conspiración internacional para exportar cocaína y otras drogas a EE.UU. a través de sobornos que le pagaba el Cártel de Sinaloa; otro por delincuencia organizada; y uno más, por haberle mentido en 2018 a un agente federal de inmigración.
Según el Departamento de Estado de EE.UU., el exfuncionario recibió, entre 2001 y 2012, millonarios sobornos por parte del Cártel de Sinaloa a cambio de protección.
¿Quién es?
García Luna, un ingeniero mecánico nacido en 1968 en un barrio popular de la Ciudad de México, mutó a rico e influyente funcionario durante los dos Gobiernos del conservador Partido Acción Nacional (PAN).
El expresidente Vicente Fox (2000-2006) lo nombró director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), en tanto que con Felipe Calderón (2006-2012) se convirtió en secretario de Seguridad Pública, cargo que lo consolidó como uno de los funcionarios más poderosos del país.
Su trayectoria pública estuvo permanentemente rodeada de escándalos, ya que ejerció presupuestos multimillonarios, produjo montajes televisivos para presumir una falsa eficacia, controló los servicios de inteligencia y lideró la «guerra contra el narcotráfico» que promovió Calderón.
Pero, según el Departamento de Estado de EE.UU., en lugar de combatir a los narcos, García Luna se alió con el Cártel de Sinaloa, una denuncia que durante años realizaron investigaciones periodísticas.
Durante sus años en el poder, lo llamaron como ‘el súper policía’ y ‘el super secretario’. Fue condecorado por la DEA, el FBI, la Policía Internacional (Interpol) y por Gobiernos de otros países. En 2012, el inicio del sexenio de Enrique Peña, marcó su retiro de los cargos públicos.
García Luna entonces se fue a radicar a Miami, en donde vivió en una lujosa mansión, con una colección de autos de alta gama y bienes millonarios injustificables con sus ingresos como funcionario público.
Denuncias
Las sospechas de su alianza con Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, y con otro poderoso narco, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, se remontaban al sexenio de Fox, época en que García Luna encabezaba la AFI mientras el Cártel de Sinaloa se fortalecía. En ese período, ‘El Chapo’ escapó por primera vez de una prisión de alta seguridad.
Hoy, aun con ‘El Chapo’ preso y condenado a cadena perpetua, el Cártel de Sinaloa sigue operando en más de 20 países, controla el tráfico de drogas ilícitas a EE.UU. (principal país consumidor del mundo) y obtiene ganancias de miles de millones de dólares que se lavan a través de empresas legales fundadas ex profeso en América Latina, Europa y Asia.
Es una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, posición que alcanzó durante los sexenios panistas y que consolidó en el Gobierno de Enrique Peña.
Aunque desde 2012 dejó de ocupar cargos públicos, el nombre de García Luna jamás dejó de aparecer en la prensa por las consistentes dudas sobre su enriquecimiento y los rumores de su relación con el crimen organizado.
El 9 de diciembre de 2019, finalmente fue detenido en Dallas, Texas. Y tres años después comenzó un juicio que develó los alcances de la corrupción en México.