Un terremoto de magnitud 6,4 en la escala de Richter ha sacudido este lunes el sur de Turquía y el norte de Siria, cerca de la costa del Mediterráneo. Esto se produce justo dos semanas después de los dos seísmos de 7,8 y 7,7, que causaron enormes daños en ambos países y que se han cobrado la vida de más de 40.000 personas. Este nuevo temblor ha provocado el derrumbe de más edificios y al menos tres personas han fallecido en la provincia turca de Hatay. El número de heridos a ambos lados de la frontera asciende a cerca de 700.
El ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, advirtió de la posibilidad de que haya más personas atrapadas entre las ruinas de los edificios que han colapsado. «Trataremos de recopilar más información», dijo. Tanto Antioquía como Samandag han quedado a oscuras, lo que dificulta determinar si hay gente atrapada en los inmuebles que se han venido abajo ahora. Por el momento se habla de 213 heridos en esa zona.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) ha registrado el temblor a tres kilómetros de la ciudad de Uzunbag, en Hatay, a las 18.04 horas, la misma hora en la España peninsular. Esa provincia ya fue una de las más afectadas por los seísmos del 6 de febrero.
Ante este nuevo terremoto, que se sintió también en Líbano, Israel, Jordania o Egipto, AFAD pidió inicialmente a los ciudadanos que se mantuviesen alejados de la costa «como medida de precaución ante el riesgo de una subida del nivel del mar de hasta 50 centímetros». La alerta ha sido desactivada poco después.
Esta agencia turca para la gestión de desastres y emergencias informó de que se han producido 32 réplicas, la más fuerte de magnitud 5,8 con epicentro en Samandag. El alcalde de esta localidad, Refik Eryilmaz, alertó de que es posible que algunos vecinos se hubieran refugiado del intenso frío en los restos de las construcciones dañadas. Por ello reclamó desesperadamente el envío de tiendas de campaña para alojar a la población
«Sabemos que es un terremoto independiente», ha explicado el vicepresidente turco, Fuat Oktay, citado por el diario Hürriyet. Oktay ha instado a alejarse de los edificios dañados y a seguir las indicaciones de las autoridades.
Desde la provincia de Adana, su gobernador, Süleyman Elban, ha asegurado que no ha habido ningún derrumbe debido a estos nuevos terremotos, a pesar de algunos rumores difundidos en redes sociales. En esa ciudad han sido evacuados en camillas algunos pacientes del Hospital Universitario de Balcali.
Numerosos reporteros presentes en Antioquía informaron de que el temblor provocó pánico en los supervivientes alojados en tiendas de campaña. Al menos un edificio ya a medio colapsar se desplomó entero y cascotes de otros dañaron coches aparcados, informa la cadena NTV.
Era terrible, nos han caído encima ventanas rotas. Todo el mundo ha salido de las tiendas con pánico. Con la oscuridad no se puede ver todavía qué ha pasado
Ahmet Ovgun Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul, aseguró a la emisora HalkTV que este sismo, al que calculó una duración de 17 segundos, es un fenómeno normal y anticipó que algunos edificios ya dañados se desplomarían.
Desde el terremoto de hace quince días, ninguno de los edificios en Antioquía es aún habitable, pero hay equipos de trabajo de desescombro que pueden haber sido atrapados por algún desplome. Muchos supervivientes tienen además el hábito de reunirse alrededor de fogatas ante los edificios derrumbados para ayudar en la identificación de cadáveres, y pueden estar en riesgo si se cae algún bloque vecino que todavía quede en pie.
«Era terrible, nos han caído encima ventanas rotas. Todo el mundo ha salido de las tiendas con pánico. Con la oscuridad no se puede ver todavía qué ha pasado», dijo a Efe por teléfono Ugur Sahin, un reportero del diario BirGün.
Efectos en Siria
En Siria, los medios locales aseguran que las regiones de Idlib y Alepo se han visto seriamente afectadas por este nuevo terremoto. Algunos edificios ya dañados se han derrumbado y el suministro de luz y el acceso a internet han quedado interrumpidos.
Los mismos medios recuerdan que muchas personas tuvieron que abandonar sus hogares tras la tragedia de hace dos semanas y que actualmente viven en áreas abiertas. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos ha informado de 470 heridos, principalmente personas que han saltado desde balcones o que han sufrido el impacto de cascotes.
«Están todos bien»
En Turquía aún hay más de 80 sanitarios y expertos en logística españoles como integrantes del Equipo START de ayuda y respuesta en emergencias y según fuentes de la Agencia Española de Cooperación AECID «están todos bien» tras el nuevo temblor. El Equipo START, que ha montado un hospital de campaña en el que atiende a unas 250 personas diariamente, «ya está recibiendo a gente afectada por este segundo terremoto, sobre todo con contusiones y crisis de ansiedad».
Formado por un total de 42 mujeres y 40 hombres procedentes de 16 comunidades, entre ellos 56 sanitarios, profesionales médicos, enfermeros, auxiliares y farmacéuticos, el equipo que se encuentra en Turquía desde el día 10 y tiene previsto regresar a España el jueves.
Los equipos START están integrados por voluntarios de los servicios de Sanidad de toda España que viajan a las zonas afectadas por catástrofes naturales por espacio de 15 días, cuando son relevados por un nuevo grupo. El director de la AECID, Antón Leis, tiene previsto viajar este miércoles al país acompañando al primer relevo de personal del hospital, y regresar el jueves con los integrantes del primer equipo.