Un niño de 3 años ha muerto en su casa de Florida, Estados Unidos, después de haberse disparado accidentalmente en la cara con una pistola de sus padres y que había encontrado en la habitación de los progenitores. Según han informado las autoridades del condado de Volusia, donde han ocurrido los hechos, los agentes acudieron el pasado miércoles a una vivienda de la ciudad de DeLand tras recibir «una de las peores llamadas imaginables».
El sheriff del condado de Volusia, Mike Chitwood, ha explicado en rueda de prensa que fue la hermana del pequeño, de 16 años, quien alertó a las autoridades al asegurar que su hermano de 3 años se había disparado y no respiraba.
Los padres habían dejado a su hija adolescente al cuidado de sus otros dos hermanos, dos niños de 7 y 3 años, mientras realizaban compras en un supermercado.
En un momento dado, el menor de 3 años entró en la habitación de sus padres y sacó una pistola de 9 mm del cajón de la mesilla de noche, y se pegó accidentalmente un tiro. El sheriff ha señalado que el gatillo de una pistola de estas características necesita tan solo de dos kilos de presión para poder apretarlo con facilidad.
Según ha contado Chitwood, la presencia de un arma de fuego en la vivienda se debe a la profesión del padre, agente de correccional del estado de Florida, que normalmente guardaba sus armas en una caja fuerte en el dormitorio. Sin embargo, la función de bloqueo electrónico de la caja fuerte había dejado de funcionar, por lo que decidieron colocar las armas sobre la nevera de la cocina y en su mesilla de noche.