Un nuevo estudio publicado en el Journal of Affective Disorders descubrió que pasear por la naturaleza reduce el afecto emocional negativo en personas con trastorno depresivo mayor (TDM).
“Está bien documentado que la exposición a la naturaleza se asocia a diversos beneficios para la salud mental”, explica a Metro Marie-Claude Geoffroy, psicóloga y profesora adjunta de la Universidad McGill (Canadá) y autora del estudio.
Utilizando un diseño de grupos paralelos, los científicos llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorizado que examinó los efectos de un único paseo de 60 minutos en la naturaleza frente a entornos urbanos sobre el afecto negativo y positivo en pacientes psiquiátricos ambulatorios adultos diagnosticados de TDM.
El estudio involucró a 37 participantes entre las edades de 18 y 65 años, con más mujeres que hombres.
Fueron asignados al azar a una calle concurrida o un paseo por un parque lejos del ajetreo y el bullicio de la ciudad.
Ambas pruebas se han desarrollado en una mañana con buenas condiciones meteorológicas. Además, se pidió a los participantes que evitaran hablar entre ellos. Los resultados no mostraron diferencias en el afecto positivo, pero sí una reducción en el afecto negativo que persistió durante dos días completos después de la caminata. Los participantes en la ruta urbana también experimentaron una reducción en el afecto negativo, aunque no tan fuerte como en el grupo de caminata por la naturaleza.
«Aquellos que caminaron en la naturaleza experimentaron efectos negativos generales más bajos en comparación con los que caminaron en un entorno urbano», dijo el periódico.
Según estos hallazgos, los paseos por la naturaleza pueden ser beneficiosos para las personas diagnosticadas con trastorno depresivo mayor. «Caminar en la naturaleza puede ser una estrategia útil para mejorar los estados afectivos negativos en adultos con TDM», concluyó el estudio.