El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que la situación en Jerusalén afecta a todo el mundo y añadió que es urgente evitar acciones unilaterales y provocadoras.
En un discurso pronunciado en la sesión de la Liga Árabe en apoyo de Jerusalén, Guterres subrayó que la posición de las Naciones Unidas es clara y que el estatus de Jerusalén no puede cambiarse con medidas unilaterales, incluidas las actividades de asentamiento israelíes.
El jefe de la ONU añadió que esta cuestión sólo puede resolverse mediante negociaciones entre las partes.
Dejó claro que el estatus histórico y demográfico de Jerusalén debe ser preservado, añadiendo que también es importante preservar la tierra sagrada que cae bajo control jordano.
Las Naciones Unidas, prosiguió, están comprometidas con las medidas adoptadas por palestinos e israelíes para poner fin a la ocupación, así como con la solución de los dos Estados, a fin de mejorar la estabilidad y la dignidad de todos.
Varios jefes de Estado árabes pidieron en El Cairo que Israel respete el «statu quo» en Jerusalén Este, tras la reciente tensión en esa parte árabe (ocupada) de la ciudad santa, y en la Explanada de las Mezquitas, e instaron a la reanudación del proceso de paz según la «solución de dos Estados»; palestino e israelí.
Esta postura centró los discursos de los presidentes de Egipto y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abdel Fatah al Sisi y Mahmud Abbas, respectivamente, así como del monarca jordano, rey Abdala II, en la inauguración de la «Conferencia de Jerusalén» en la sede la Liga Árabe, en la capital egipcia.
Abdala II, cuyos país custodia la Explanada de las Mezquitas desde la ocupación de Jerusalén Este por Israel en 1967, advirtió de que «cualquier intento de perjudicar la situación histórica y jurídica existente tendrá repercusiones negativas en la seguridad y estabilidad de toda la región».
«Preservar las oportunidades de paz basadas en la solución de dos Estados requiere detener todas las violaciones e incursiones israelíes en la bendita Mezquita Al-Aqsa», añadió el monarca ante la reunión, en la que participan jefes de gobierno y ministros de Exteriores de los países de la Liga, integrada por 22 miembros.
La conferencia, en la que se abordará también el apoyo árabe al desarrollo económico y las inversiones en Jerusalén Este, tiene lugar después de la tensión que prevaleció tras la asunción del Gobierno ultraderechista del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Esa escalada, que los árabes achacan a lo que califican como «medidas unilaterales» israelíes en Jerusalén Este, empezó con la visita por sorpresa a principios de enero del ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, a la Explanada de las Mezquitas, y ha ido creciendo en las últimas semanas.
«Jordania continúa haciendo todo lo posible para proteger y cuidar los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén (…) con base en la custodia hachemí sobre ellos, y para preservar la identidad de la Ciudad Santa», agregó el rey Abdala II, firmante de la paz con Israel en 1994.
Por su parte, el presidente de la ANP dijo que acudirá «en los próximos días a Naciones Unidas y sus diversos órganos para exigir la emisión de una resolución que confirme el amparo de la solución de dos estados, otorgar al Estado de Palestina la plena membresía en la ONU, detener las acciones unilaterales».
El presidente egipcio, cuyo país firmó la paz con Israel en 1979, reiteró el «rechazo y la condena de Egipto de cualquier medida israelí para cambiar el estatus histórico y legal existente de Jerusalén y sus lugares sagrados».
Asimismo, advirtió de que «sobre las terribles consecuencias que pueden resultar de violar esto (…) o de intentar anticiparse o imponer un hecho consumado que afectaría negativamente las perspectivas de negociaciones sobre el estatus final entre las partes palestina e israelí».
Fuentes de la Liga Árabe indicaron que ese organismo invitó a la reunión de El Cairo a «inversores, fondos soberanos e instituciones interesadas en el desarrollo y la inversión en el mundo árabe», aunque sin dar a conocer detalles sobre el papel que pueden desempeñar para «respaldar la firmeza de los habitantes de Jerusalén».
