Kopuk, un perro de rescate que se cortó fragmentos de vidrio en sus cuatro patas mientras buscaba entre los daños que sobrevivieron al terremoto en la ciudad turca de Malatya.
Sus cuidadores tuvieron que coser sus heridas y vendar sus extremidades. Tras el tratamiento, Kopuk no quiso descansar y volvió a su puesto. Su participación no fue en vano: el valiente perro logró salvar la vida de cinco personas.