La ciudad de Berlín repetirá el domingo por orden judicial las caóticas elecciones estatales de 2021, marcadas por graves fallos en muchos centros electorales que provocaron esperas de varias horas en algunos lugares que se quedaron sin boletas o recibieron las de distritos erróneos.
Los berlineses llevan años frustrados por la conocida disfunción de la capital, que ha desafiado los clichés de la eficiencia alemana y convertido a la ciudad en hazmerreír del resto del país.
La corte constitucional de Berlín, una de las tres ciudades alemanas que es también un estado por derecho propio, declaró nula la votación en noviembre. La corte concluyó que una repetición parcial no bastaría “a la vez del gran número y la gravedad de los errores electorales”.
La decisión se tomó tras las denuncias de varios partidos políticos y entidades del gobierno sobre la votación del 26 de septiembre de 2021 a la legislatura estatal.
Berlín celebró cuatro votaciones ese día: los comicios estatales, los de las 12 asambleas de distrito de la ciudad, las elecciones nacionales alemanas y un referendo local. La Maratón de Berlín, también celebrada ese día, agravó las complicaciones logísticas.
En muchos centros de votación se formaron largas filas porque los votantes tenían problemas con el gran número de boletas. Algunos colegios electorales se quedaron sin boletas y otros recibieron las de otro distrito, lo que hizo que se anulara un gran número de sufragios.
Otro problema fue que las elecciones debían terminar a las 18:00, pero se permitió que los votantes que aún esperaban en fila a esa hora depositasen sus boletas, cuando los sondeos de salida ya eran públicos.
Franziska Giffey, que pertenece a los Socialdemócratas del canciller de Alemania, Olaf Scholz, fue elegida nueva alcaldesa de Berlín en 2021, y ha gobernado en una coalición de izquierdas de tres partidos. La alcaldesa de 44 años se presenta de nuevo.
La candidata del Partido Verde era Bettina Jarasch, senadora de Medio Ambiente y Movilidad. Klaus Lederer, senador de cultura, se presentaba por el Partido Izquierda. Ambos eran socios de coalición Giffey.
Kai Wegner era el principal candidato de la Unión Democristiana de centroderecha, que lideraba las encuestas.
Las últimas encuestas mostraban en cabeza a los democristianos, seguidos de los socialdemócratas y los verdes, aunque se esperaba que otros partidos consiguieran una proporción significativa de los votos.
Las estimaciones de los sondeos dejaban abierta la cuestión de quién sería el próximo alcalde de Berlín, ya que había varias coaliciones posibles.
Uno de los problemas más urgentes era el mercado inmobiliario de la ciudad. La subida de los arrendamientos y la falta de vivienda prácticamente han eliminado las opciones de vivienda asequible para muchas familias de clase media.
Los berlineses también querrían poner fin a algunas de las fuentes de frustración de su ciudad.
Entre los asuntos más exasperantes están el largo retraso en la inauguración del aeropuerto local y el que resulte casi imposible conseguir una cita con los centros de atención a los ciudadanos para pedir una licencia de matrimonio, registrarse tras una mudanza o pedir un nuevo pasaporte.
El sistema escolar local es conocido por sus edificios ruinosos y porque sus alumnos suelen quedar al final de las clasificaciones nacionales de lectura, matemáticas y otras asignaturas.
Sin embargo, pese a las muchas quejas, la ciudad 3,6 millones de vecinos también aman su ciudad, reconocida por su tolerancia, su vibrante cultura y su ocio nocturno, así como por su diversidad.