Dos terremotos devastadores que sacudieron Turquía el lunes tuvieron la fuerza y la energía de 500 bombas nucleares, dijo el sábado la Agencia de Gestión de Desastres de Turquía (AFAD).
Orhan Tatar, gerente general del departamento de reducción de riesgos sísmicos de la organización, dijo que ha habido más de 2.000 réplicas desde el sismo, la mayoría de ellas de magnitud superior a 4.
«Estamos ante un desastre mucho más allá de lo que anticipamos», precisó Tatar. Según sus palabras, «el efecto destructivo» del primer terremoto fue de 65 segundos, mientras el del segundo duró 45 segundos. «El área fue sacudida muy violentamente durante unos 2 minutos», señaló el experto.
Asimismo, el funcionario destacó que en los territorios afectadas por el movimiento telúrico no se observan flujos de lava, cenizas volcánicas, derrames de petróleo o escapes de gas. Sin embargo, alertó a los vecinos a tener especial cuidado en las zonas del campo y en los pueblos, ya que puede haber «peligro de corrimientos».
«Nuestros ciudadanos no deben confiar en ninguna declaración hecha fuera de las instituciones oficiales del Estado. Las réplicas seguirán ocurriendo en la región», aseveró Tatar. «Los ciudadanos deben mantenerse alejados de los edificios dañados», agregó, explicando que los especialistas inspeccionan diariamente 32.500 inmuebles.
Las autoridades turcas informaron esta jornada que el número de muertos en el país ya ascendió a 20.665, mientras que el de heridos supera los 80.000. Asimismo, 92.697 damnificados fueron evacuados de las zonas afectadas hacia provincias más seguras.
Un total de 31.832 rescatistas locales se encuentran trabajando en la región junto a 8.294 voluntarios extranjeros.