Por falta de renovación de contratos, el sistema de cámaras de vigilancia del 911 no funciona, mismo que provoca el nulo monitoreo de los hechos delictivos que cometen grupos antisociales en Honduras.
El que no funcionen estas cámaras es un punto a favor del crimen organizado, según expertos en materia penal, las mismas anteriormente evidenciaban en los tribunales de la justicia los hechos que cometían grupos antisociales que mantienen de rodillas a muchos hondureños.
El contrato de compra de estas cámaras de vigilancia le costó mas de 100 millones de dólares al Estado de Honduras.
Ante esto, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, reconoció la importancia de las cámaras de vigilancia que están instaladas en Honduras.
«Creo que hay que tener claro que esos contratos amarrados desde el gobierno pasado favorecen a un monopolio que no le importa lo que esta sucediendo. Es importante y manifiesto que se debe llegar a un acuerdo porque las cámaras del 911 deben estar en las manos de la Secretaría de seguridad porque son una herramienta de gran importancia», dijo Villanueva.
A pesar de que los ciudadanos realizan denuncias, cuando los agentes policiales buscan las grabaciones, las mismas no están, una ventaja para la ola criminal y sus ejecutores.
En el marco de la guerra contra la extorsión, las cámaras del 911 no funcionan en su totalidad a pesar de ser una herramienta de utilidad para capturas de los miembros de las estructuras criminales.
La funcionaria agregó que: «El trabajo que hoy se realiza en la Secretaría de Seguridad es exitoso para combatir los delitos de trata de personas, violencia contra las mujeres, violencia digital y la transnacional».