El terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que azotó el lunes Turquía y Siria sigue dejando imágenes devastadoras de lo ocurrido.
Cada vez aumenta más el número de fallecidos y las horas son cruciales para salvar a las personas que aún siguen vivas bajo los escombros.
Los equipos de rescate siguen trabajando a contra reloj. Muchos de los voluntarios que ayudan en la búsqueda de personas se encuentran situaciones de esperanza, como la que se puede ver en el vídeo que acompaña esta noticia.
Un grupo de rescatistas de los Cascos Blancos ha logrado sacar con vida de entre las ruinas a una familia completa en el noroeste de Siria, la zona más golpeada en el país por estar cerca del epicentro del seísmo principal en el sur de Turquía.
Se trata de un territorio bajo el control de grupos rebeldes al Gobierno sirio. De hecho, los Cascos Blancos pueden actuar en ese sector del país porque no está bajo el poder de Bachar el Asad. La familia seguía bajo los escombros un día y medio después de que se produjera el primer temblor.
En un vídeo difundido en Twitter, el grupo de rescatadores ha indicado que es “un verdadero milagro, resuenan las voces de alegría alcanzando el cielo”.
En las imágenes se puede ver cómo sacan primero al padre y, sucesivamente, a los niños, aparentemente en buen estado, que salen en brazos de los voluntarios, rodeados de una multitud de personas que gritan de alegría “¡milagro!” y “¡Dios es grande!”.