Más de 5.000 personas han muerto y otras 25.000 han resultado heridas en Turquía y Siria debido a los dos devastadores terremotos del lunes, mientras continúan las labores de rescate con el temor de que haya aún cientos o miles de personas atrapadas bajo los escombros.
Hasta el momento, los equipos de rescate han podido sacar con vida a unas 8.000 personas de entre los escombros de los miles de edificios que se han derrumbado.
Pese a que ya han pasado más de 30 horas desde el primer seísmo, durante la mañana del martes se ha seguido localizando a personas con vida en varias de las diez provincias del sureste turco más afectadas por el desastre.
Los Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las áreas en manos de la oposición, alertó este martes de que “se está agotando el tiempo” y recordó que “cientos” de personas continúan atrapadas.
“Cada segundo puede salvar una vida, llamamos a todas las organizaciones humanitarias y organismos internacionales a que proporcionen apoyo material y ayuda”, urgieron los voluntarios en su cuenta de Twitter.