La Policía de Nueva Zelanda informó que interceptaron un total de 3,2 toneladas de cocaína flotando en aguas del Pacífico, en un operativo que supone una de las mayores incautaciones de esta droga en el país.
Se calcula que el alijo, presuntamente procedente de Sudamérica y con destino a Australia, tiene un valor en el mercado negro de más de 500 millones de dólares neozelandeses (316 millones de dólares estadounidenses o 294 millones de euros), publica hoy en un comunicado la Policía.
Los pesados paquetes fueron recogidos cuidadosamente y posteriormente fueron colocados en orden en una bodega hasta que las fuerzas del orden público se hicieron cargo de ellos.
«No cabe duda de que este descubrimiento supone un duro golpe financiero para todos, desde los productores sudamericanos hasta los distribuidores de este producto», dijo el comisionado de la Policía de NZ, Andrew Coster.