La escuela Las Américas en Tegucigalpa, inició el año escolar con un techo que por poco se cae a pedazos, además, sus paredes mantienen leyendas de grupos criminales que operan en el territorio hondureño.
Cuando las lluvias se presentan, a los padres de familia, alumnos y maestros de este centro educativo les invade la preocupación y el miedo de ser víctimas de las ruinas del sistema educativo público.
Son centenares de pequeños que observan cada día los mensajes obscenos y amedrentadores que las maras y pandillas han marcado en esta zona.