Sin Mbappé, Neymar y Sergio Ramos, todos lesionados, Lionel Messi se puso al hombro al PSG. Y lo condujo a una difícil victoria ante el Toulouse en el Parque de los Príncipes.
El delantero, de 35 años, convirtió un golazo y e intentó un grito olímpico que si no fuera por el palo hubiera terminado en la red: con su aporte, los parisinos se impusieron por 2 a 1 para mantenerse con holgura en la cima de la Ligue 1 (estiró a ocho puntos la diferencia sobre el Olympique de Marsella, con un partido más).
El capitán de la selección argentina campeona del mundo en Qatar 2022 fue el futbolista más claro de un equipo que todavía no logra recuperar la versión que mostraba antes del Mundial. El tranco de Hakimi y los destellos de la Pulga resultaron las mejores armas de los dirigidos por Christophe Galtier para mantenerse en partido luego del tanto de Branco van den Boomen a los 20 minutos de la etapa inicial.
El ex Barcelona nunca abdicó en su búsqueda. Regaló un par de apiladas con su sello, más estéticas aún que cuando la velocidad supersónica de su juventud las hacía parecer simples. Intentó un gol olímpico a los 33′ y casi lo logra: su remate-centro al primer palo desorientó al arquero, nadie conectó y fue a dar al segundo parante. El shot preciso y furioso de Hakimi le dio tranquilidad al PSG antes del descanso. Y luego fue el tiempo de Messi…
A los 13 minutos del complemento, el marroquí intentó un sprint en diagonal, con dificultad para sostener el balón, que apareció justo en la posición del argentino, parado en la medialuna del área. Y el atacante no dudó: pateó de primera para clavar la pelota en el ángulo de la valla defendida por Maxime Dupe.
Si hasta casi cierra su faena con dos perlas: a 15 del epílogo, recibió de Nuno Mendes, se sacó un rival de encima, encaró de frente y elogió el tiro de zurda: su apuesta pasó cerca de un ángulo. Para probar su nivel de competitividad: se fastidió como si el duelo fuera 0-0. Y a los 94 minutos se filtró de derecha a izquierda, definió con sutileza y… Otra vez el palo le negó lo que merecía.
El astro rosarino acumula 15 gritos y 14 asistencias en 23 partidos en la temporada con la casaca del PSG, sin contar su gran aporte para la Albiceleste en el Mundial de Qatar, donde convirtió siete goles transcendentales para la conquista, además de haber ganado el Balón de Oro al mejor jugador.