Keiry Gricel García, era una joven fanática del club deportivo Real España, ayer decidió disfrutar junto a su padre del partido entre los equipos Real España y Marathón en el estadio Olímpico de San Pedro Sula.
La noche del miércoles, barristas de los equipos sampedranos protagonizaron un zafarrancho en el estadio Olímpico de San Pedro Sula y tras ser sacados por agentes policiales, continuaron con el enfrentamiento armado en las afueras del recinto deportivo.
Lamentablemente, una de las balas impactó contra la humanidad de Keiry Gricel García Baide, de 14 años de edad, quien fue trasladada mortalmente herida a un centro médico privado, donde lamentablemente falleció.
El padre de esta jovencita lamentó lo sucedido con su apreciada hija y manifestó que su hija seguía sus pasos por el amor al equipo Real España.
“Disfrute a mi hija los 14 años que Dios me la prestó, como yo soy Real España ella me seguía siempre, ayer ella quería ir al estadio y yo la llevé. Nos dispararon, yo la abracé para que no le pegaran a ella, pero cuando la solté ella me dijo: Papi, y ella ya tenía un disparo en el cuello», narró este angustiado padre.
¡Impunidad! Este padre se quejó del sistema de justicia que opera en el país, al que calificó de impune.
“Es complicado, estamos en Honduras y aquí todo queda impune. Cuiden a sus hijos, yo nunca había vivido un dolor así, ahora si sé lo que es perder un hijo”, expresó el sampedrano.
“La justicia viene de Dios porque en este país no hay justicia, yo no entiendo a Dios porque me quitó a mi niña”, estas fueron las últimas palabras de este ciudadano que hoy llora la muerte de su hija, producto del odio enfermizo entre antisociales que se hacen llamar fanáticos