Keiry Gricel García, era una joven fanática del club deportivo Real España, ayer decidió disfrutar junto a su padre del partido entre los equipos Real España y Marathón en el estadio Olímpico de San Pedro Sula.
La noche del miércoles, barristas de los equipos sampedranos protagonizaron un zafarrancho en el estadio Olímpico de San Pedro Sula y tras ser sacados por agentes policiales, continuaron con el enfrentamiento armado en las afueras del recinto deportivo.
Lamentablemente, una de las balas impactó contra la humanidad de Keiry Gricel García Baide, de 14 años de edad, quien fue trasladada mortalmente herida a un centro médico privado, donde lamentablemente falleció.
La abuela de la ahora occisa, María del Carmen Callejas, manifestó en llanto que jamás se imaginó recibir una noticia tan desagradable que la tuviera destrozada.
“Nunca me imagine ver esta gran noticia que me ha partido el corazón, mi niña bella desde su niñez fue hermosa. Ella me dijo abuela regáleme 30 lempiras para comprarme algo en el estadio y se los regalé; si hubiese sabido que era la última vez que le iba a regalar dinero, le hubiera dado más», dijo la abuela de la fallecida.
Doña María Callejas aclaró que su nieta solo fue al estadio como una aficionada del Real España y no como parte de la barra de ese club.
«Mi hijo y mi nieta no eran de la barra, ellos solo iban apoyar al Real España, por favor ya no hagan relajos, no hay necesidad de estar pasando por este dolor», expresó entre lagrimas, María Callejas.
“Te amo Keiry y mucho, hasta el cielo», fueron las últimas palabras de esta anciana que hoy llora la muerte de su nieta, producto del odio enfermizo entre antisociales que se hacen llamar fanáticos.