La escuela Ramón Rosa de la ciudad de San Pedro Sula, es uno de los 1,000 centros educativos que no fueron abarcados por la Secretaría de Educación y su estado es similar a las casas que utilizan los grupos criminales en Honduras.
Dicho centro, se encuentra en condiciones antipedagógicas e insalubres, pues por poco lo convierten en un crematorio municipal y en un taller mecánico.
La Dirección de Construcciones de la Secretaría de Educación anunció que solventarán el problema de 17 mil centros educativos abandonados a nivel nacional, pero hasta no ver no creer.