Cada vez son más las historias de personas transespecie que dan la vuelta al mundo gracias a las redes sociales, esta vez ha captado la atención la de un exbanquero que dejó atrás su carrera en las finanzas para seguir el sueño de convertirse en un “dragón sin género”. Aunque el camino en su impactante transformación no ha sido fácil, pues sufrió el rechazo de su hijo que, señaló, no entiende el cambio que desea hacer.
Tiamat Legión Medusa, como se hace llamar, vive en Texas y desde hace poco más de diez años decidió dejar su puesto en un banco para continuar con la transformación de su cuerpo, pues en aquel momento ya tenía 79 perforaciones que podía cubrir o retirar para continuar con su trabajo donde lucirlos y llevar tatuajes no era algo bien visto, además de que deseaba llegar más lejos para lucir como un dragón.
En entrevista con Anthony Padilla para su canal de YouTube retomada por New York Post, relató que tenía 40 años de edad cuando inició las drásticas modificaciones que comenzaron con perforaciones y continuó con tatuajes que cubren su rostro y gran parte de su cuerpo para dar la apariencia de escamas, tal y como se ha señalado a lo largo de la historia que tuvieron estas criaturas míticas.
Aunque durante un tiempo retiró las perforaciones que eran visibles debido a su empleo, al querer agregar y realizar más tatuajes decidió abandonar su carrera y continuar con su sueño. Actualmente, además de lo ya mencionado, se inyectó la parte interna de los ojos para darle un color verde -similar al de los reptiles-, se cortó la lengua en dos, le quitaron las orejas y sólo tiene seis dientes.
Además de los tatuajes en su rostro, también se sometió a una cirugía para colocarse implantes de cuernos y esto tuvo un costo de 80 mil dólares, el equivalente a poco más de un millón y medio de pesos mexicanos. Para poder costear su transformación se volvió tatuado y también realizar algunas presentaciones.
Medusa, cuyo nombre de nacimiento es Richard Hernandez, indicó que seguir su sueño no ha sido sencillo, pues además de las complicadas modificaciones que le han ganado críticas y ataques tanto en redes sociales como en la calle, lo llevaron a sufrir el rechazo de su hijo, que al momento de abandonar su trabajo tenía 16 años.
“La relación o la conexión con mi hijo ha cambiado En el momento en que comencé mi transformación, mi hijo ya había cumplido 16 años y me rechazó en ese momento de mi vida”, relató Medusa y señaló que desde hace más de 7 años no tiene contacto con su único hijo, por lo que espera que las redes sociales sean una herramienta para reencontrarse.
