Los médicos de un hospital de Nueva York hicieron un alarmante descubrimiento en 2019 cuando trataron a un paciente de 63 años tras una caída. Su pene se estaba convirtiendo en hueso debido a una rara condición médica llamada precisamente osificación del pene.
Según el artículo publicado en la revista Urology Case Reports, el paciente acudió al Hospital con dolor en una rodilla tras sufrir una caída caminando con su bastón.
Al practicar un examen de rayos X en la zona de la cadera, los médicos advirtieron algo inusual. Las imágenes mostraban una extensa calcificación de los tejidos blandos que lo forman.
Al preguntarle por este tema, el paciente confirmó tener molestias, pero no tenía otros síntomas que delataran problemas urológicos normalmente asociados a su edad. No había nada que indicara problemas de incontinencia o de próstata.
Tras varias semanas de investigación, los médicos descubrieron que el paciente sufría osificación del pene, una condición sobre la que apenas existen 40 casos registrados. La condición ocurre cuando se depositan sales de calcio en los tejidos blandos del órgano, provocando la aparición de placas de hueso donde no debería de haberlas.
Un informe de 2017 publicado en Reviews in Urology documentó el caso de un hombre de 43 años que acudió al médico con dolores en el pene. Los cirujanos le extirparon varios fibromas o tumores benignos.
Meses después el paciente decidió tratar su disfunción eréctil con una prótesis y entonces los médicos descubrieron que el 80% del tejido de su órgano reproductor se había calcificado.
El síndrome de aquel paciente se conoce como enfermedad de Peyronie o induración plástica del pene, y es una enfermedad de causa desconocida que se caracteriza por la formación de una banda fibrosa que provoca la desviación o curvatura del pene durante la erección.
Dependiendo de la extensión de esa banda fibrosa, el proceso puede imposibilitar la penetración o hacer que la erección resulte dolorosa.
Según los médicos que firman el informe de Urology Case Reports, el paciente de 63 años tenía esa misma enfermedad, pero los médicos no pudieron realizar pruebas adicionales para confirmarlo porque el hombre se negó a someterse a más pruebas o a tratamiento pese a que la calcificación se había extendido por toda la longitud de su miembro.