El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, destituyó al presidente del Partido Conservador y ministro sin cartera, Nadhim Zahawi, después de que una investigación detectara infracciones al reglamento ministerial tras sus problemas fiscales. Zahawi reconoció recientemente haber pagado una multa a la Hacienda británica tras detectar un error «no deliberado” en su pago de impuestos.
«Cuando llegué a primer ministro el año pasado, prometí que mi Gobierno tendría integridad, profesionalismo y responsabilidad en todos los niveles», señala una carta que el premier Sunak remitió a Zahawi, divulgada este domingo (29.01.2023), en la que explica que pidió a Laurie Magnus, asesor independiente sobre conducta ética de los ministros, que investigara el asunto.
«Finalizada la investigación del asesor independiente, está claro que ha habido una violación grave del código ministerial. Como resultado, le he informado de mi decisión de destituirlo de su cargo en el Gobierno de Su Majestad», agrega Sunak, quien subraya que Zahawi debe sentirse «orgulloso» de sus logros durante los últimos cinco años, ya que había sido responsable del plan de vacunación contra el coronavirus y también fue ministro de economía.
Reafirmar autoridad
Según reveló hace unos días The Guardian, Zahawi había llegado a acordar con Hacienda saldar una deuda pendiente con un recargo del 30 por ciento, por lo que abonó un total de 4,8 millones de libras. En su investigación, Magnus concluyó que Zahawi tendría que haber declarado la investigación fiscal de la que era objeto y también tendría que haber puesto al día su declaración de intereses después de haber saldado su litigio con el fisco al momento de ser nombrado presidente del Partido Conservador y ministro sin cartera.
Sunak, al destituir a Zahawi, y no pedirle que sea él el que dimita, quiere reafirmar su autoridad, máxime después de que el dirigente prometiera un gobierno íntegro a su llegada a Downing Street. Tras 13 años en el poder, los conservadores han visto su reputación salpicada por escándalos de conflicto de intereses. Esto ha llevado a aumentar las acusaciones de corrupción por parte de la oposición laborista, ahora en cabeza de los sondeos.