Conocida por su característico y colorido patrón de colores que exhibe en su plumaje y por ser el único pariente vivo del ave Dodo. Fue catalogada como “casi amenazadas”, debido a diversos peligros que atentan contra su existencia.
Mediante la caza, la minería, la pesca excesiva y tala de bosques, el ser humano se ha encargado de acelerar y extinguir muchas especies alrededor del mundo. Una de estas especies es el pájaro Dodo, ave que se extinguió en el siglo XVII por la mano del hombre.
Sin embargo, este aún mantiene un único pariente cercano con vida, la paloma de Nicobar, la cual deslumbra con sus hermosos colores del arco iris y que habita en ciertas pequeñas islas de Indonesia y las islas Nicobar.
La paloma de Nicobar es una especie de ave columbiforme de la familia Columbidae, conocida no solo por su parentesco con las famosas aves Dodo ya extintas, sino también por su característico y colorido patrón de colores que exhibe en su plumaje.
Conocida también por su nombre científico ‘Caloenas nicobarica’, son nativas del sudeste asiático, habitando en lugares cercanos a manglares, bosques e islas en los océanos Índico y Pacífico occidental.
Según ‘Amo Mama News’, debido a sus hermosas melenas de plumas con colores brillantes de reflejos metálicos entre cobre y verde azulado, estas especies de aves se enfrentan a amenazas graves que atentan contra su existencia. La caza principalmente, relacionada con el comercio, la destrucción de su hábitat, la deforestación de las regiones boscosas de las islas entre otros factores, han puesto en peligro su supervivencia.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha catalogado estas aves como “casi amenazadas”, debido a todos estos peligros.
Los machos de esta especie destacan por tener una pequeña protuberancia negra en la base de su pico, una estatura de más de 40 cm de largo y un peso de entre 400 gramos a casi 1 kilo. Dependiendo de su hábitat, su esperanza de vida varía entre 8 y 12 años si están en la naturaleza y 10 y 15 si son criados en cautiverio.
Principalmente se encuentran en las islas Nicobar, las cuales se extienden desde la India hasta Nueva Guinea, Malasia, Filipinas e Indonesia.