Muerte y temor a su paso es lo que está dejando la extorsión en Tegucigalpa, así como a nivel nacional, operarios del transporte de buses rapiditos y taxis colectivos en los últimos días han recibido amenazas de grupos organizados que se dedican a cometer este flagelo, pidiéndoles más dinero.
Desde noviembre del año 2022 el punto de taxis de la colonia Torocagua-Centro de Tegucigalpa fue cerrado por los ruleteros, quienes de acuerdo a lo que informaron usuarios de esas unidades, se paralizaron tras recibir una carta extorsiva en la que les exigían más dinero.
¡Positivo! Hoy reanudaron operaciones los taxistas que cubren esta ruta y los usuarios se mostraron satisfechos porque se beneficiarán nuevamente de este servicio.
Por otra parte, la extorsión se volvió en Honduras una industria muy violenta que recoge anualmente alrededor de 737 millones de dólares, unos 18,270 millones de lempiras, equivalente al tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y a un 14.7% de la recaudación fiscal.
“Estimamos que en Honduras se pagan alrededor de USD 737 millones al año por extorsión. Esto representa el 16% de la recaudación tributaria para Honduras en 2022. Ese cálculo lo desarrollamos para este estudio con base en el análisis minucioso de expedientes judiciales. De otra forma, sería difícil aproximar cuánto se paga en extorsión”.
Así lo expone una investigación denominada “Impuesto de guerra: El fenómeno de la extorsión y la respuesta estatal en Honduras”, realizada por Andreas R. Daugaard, Edgar Aguilar y Juan Martínez D’ Aubuisson, para Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).