Magda no tiene a nadie más en este mundo, por lo que esperan que su historia se viralice para que así alguien la adopte.
Los perritos forman lazos en ocasiones inquebrantables con sus padres humanos, tanto así que algunos duran hasta después de la muerte. Así fue para la perrita Magda, quien luego de que su humana falleció no se fue nunca más del cementerio, y todos los días visita su tumba.
Eugenio, un transeúnte que suele pasar frente al cementerio, decidió tomarle algunas fotografías a la perrita. Al respecto dijo: “Su nombre es Magda y llegó hace años detrás del coche fúnebre de su humana y no ha vuelto a salir de aquí“.
La perrita ahora vive en el cementerio de Catanzaro, Italia. Todos los días tiene la misma rutina, deambula un rato por el lugar y se dirige a la tumba de su humana. Allí se queda un buen rato frente a ella, simplemente mirando, hasta que finalmente se va.
Varios periódicos locales han masificado la historia de Magda, por lo que se espera que quizás ahora logre encontrar un hogar adoptivo. Por ahora algunos voluntarios y gente del cementerio se encarga de darle alimento y cuidarla, aunque lo ideal sería que tuviera un hogar y una familia adoptiva.
Es bien sabido que al igual que Magda, muchos perritos sufren la pérdida de sus seres queridos. En general se reporta que terminan sintiéndose confundidos por la ausencia de la rutina que llevaban anteriormente o también se sienten más nerviosos porque piensan que hay algún peligro inminente.
En estos casos es muy importante darle al perrito o perrita la atención que necesite. También actividades de entretenimiento, paseos y juegos, todo para llenar el vacío que dejó la ausencia de la persona o compañero. Magda no está recibiendo nada de eso, por lo que esperamos que pronto alguien pueda adoptarla.
La verdad es que es difícil quedarse de brazos cruzados al ver una historia tan triste, por lo que tenemos esperanza de que la perrita encuentre un lugar mejor.