Un grupo de ingenieros ha creado un pequeño robot hecho de un nuevo material que le permite licuarse y volver a su forma original con ayuda de la fuerza de imanes.
El robot recuerda en forma y tamaño a un muñeco de Lego y los autores del estudio que publica Mater le sometieron a una carrera de obstáculos, pruebas de movilidad y cambios de formas.
Uno de los desafíos consistía en licuarse para poder escapar a través de unos barrotes y recomponerse después, pero también fue capaz de extraer un objeto extraño de un modelo de estómago y funcionar como soldador inteligente para reparar circuitos rezumando por ellos.