Una pareja de adultos mayores perecieron con menos de una hora de diferencia en dos lugares distintos. Esta es la historia de Cándida Cuervo González y José Antonio García Llana, dos abuelitos españoles que vivieron en matrimonio durante 52 años, hasta que la muerte los separó. Ambos nacieron y se conocieron en la ciudad de Oviedo, ubicada al noroeste de España, entre las montañas de Cantabria y la bahía de Vizcaya.
Finalmente se casaron en 1970 hasta que el pasado domingo 22 de enero, la mujer de 89 años falleció en la residencia Ovidia y solo 45 minutos más tarde, el corazón de su esposo de 86 años dejó de latir en el Hospital Universitario Central de Asturias. Los separaban 4.6 kilómetros de distancia.
La pareja no tuvo hijos
De acuerdo con los medios locales, «siempre fueron muy queridos por sus vecinos, les tenían en muy alta estima», declaró María Jesús, una de las familiares de la pareja, ella era la sobrina más cercana debido a que no tuvieron hijos. José Antonio, al que llamaban Pepe, era mecánico, mientras que Cándida se ocupaba de las tareas del hogar.
Según mencionan, pasaron sus últimas semanas en una residencia a la que fueron ingresados cuando su salud empezó a deteriorarse y ambos necesitaron asistencia especial. El estado de Cándida Cuervo empeoró el pasado viernes 20 de enero, mientras que su marido empezó a sentirse mal el fin de semana y fue trasladado al servicio de urgencias del Hospital Universitario. La salud del matrimonio empeoró, y ambos murieron el 22 de enero.
«Cuando llamamos para comunicar la muerte lo primero que nos preguntaron era si había sido un accidente, pero en realidad fue una curiosa y hasta romántica casualidad», afirmó la sobrina de la pareja, comentando su muerte casi simultánea.
Familiares y amigos se despidieron de Cándida y Pepe este lunes 23 de enero, en la iglesia de San Esteban de Sograndio, Asturias, España. El mismo lugar donde se casaron hace 52 años.