Esta semana la Justicia española reabrió un caso contra el luchador Conor McGregor, quien fue denunciado por violencia de género en julio de 2022 por una mujer que asegura haber sido víctima de un brutal ataque en el yate del deportista durante los festejos de su cumpleaños 34. La denunciante, cuya identidad no se ha dado a conocer para protegerla, contó detalles de lo sucedido aquella jornada en Ibiza.
La fiesta inició en el Ocean Beach Club de la isla española y la mujer asistió por invitación de la ex estrella de UFC a quien conocía desde hacía años por ser vecinos del barrio de Dublin, en donde se criaron. Luego de pasar un buen rato en la zona VIP del lugar, McGregor llevó a varios de los presentes a su yate para disfrutar del mar durante la noche y ahí tuvo lugar el supuesto hecho de violencia.
Según lo publicado por el sitio Periódico de Ibiza, la mujer prestó declaración ante la Policía de Dublín y contó que durante la mañana del día siguiente, y en presencia de varios testigos, fue increpada de un momento a otro por McGregor: “Todo su comportamiento cambió en ese momento y se volvió muy agresivo”.
Según su relato, ella le pidió a un amigo del deportista que lo calmara, pero fue peor porque en ese instante él se abalanzó sobre ella, le dio una patada en el abdomen y un golpe de puño en el rostro. Luego, la amenazo con ahogarla: “Era como si estuviera poseído. Sabía que tenía que salir del barco porque pensaba que me iba a matar”. Entonces, la joven optó por saltar de la embarcación: “Tenemos amigos en común y me he encontrado con él en numerosas ocasiones. No puedo creer lo que me ha hecho. Es un criminal. Creo que me habría matado si no me hubiera saltado del yate”.
En su denuncia, contó que fue rescatada por un bote de la Cruz Roja: “Me dejaron tirada. Ni siquiera abandonarían a un perro como lo hicieron conmigo”. Y explicó que por haber quedado en estado de shock no declaró ese mismo día ante la Guardia Civil. Por eso, en Ibiza archivaron la denuncia y no hubo avances en el caso. Pero, esta semana la Justicia española fue notificada de que la joven sí dio testimonio en su regreso a Dublin y con estas declaraciones se decidió reabrir la investigación.
El diario español asegura que la denunciante aportó los contactos de dos hombres que estaban en el yate y que presenciaron todo el episodio, aunque por temor a ser atacados por McGregor, no intervinieron. Ellos serán los próximos en ser llamados por la titular del juzgado de Instrucción de Ibiza que decidirá si ordena la detención internacional de McGregor.
Cabe recordar que esta no es el primer episodio de violencia del ex campeón de UFC. Entre sus tantos roces con la Justicia, en 2020 fue denunciado por exhibición sexual en la ciudad portuaria de Calvi, Francia, por mostrarle las partes íntimas a una joven sin su consentimiento mientras ella hacía su camino hacia los baños del bar. Otro caso fue en 2019, cuando se declaró culpable de atacar a un anciano en un bar de Dublin que se negó a beber en una ronda de tragos que él había invitado.