El reloj marca las 6:00 de la mañana y varias mujeres dejan atrás los prejuicios y se preparan para ir a trabajar en la construcción de viviendas en el municipio de La Unión, departamento de Copán.
Que bonita estás, que rica sos «mamacita», estas como quiero y florcita bella, son algunos de los «piropos» que reciben estas copanecas, estas mujeres valientes realizan este trabajo para sacar adelante a sus hijos, pues las mismas son madres solteras.
Al día ganan 250 lempiras, y entre sus trabajos es preparar mezcla de asfalto, cargar arena en carretas y halar bloques, su jornada comienza muy de mañana, pero las mismas confiesan que su ardua jornada laboral es entretenida porque junto a sus compañeros de trabajo hacen que esto no sea trabajo, sino una oportunidad para triunfar en esta vida sin importar del que dirán.
Uno de los rubros laborales más masculinizados, es el de la construcción y se está deconstruyendo con la presencia en las obras de mujeres albañiles. Aunque todavía la participación femenina es minoritaria, la idea de estas copanecas es potenciar la diversidad entre los ladrillos y el cemento.