El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, se benefició este martes (24.01.2023) de nuevo de un sobreseimiento judicial en el caso de la denuncia presentada por una mujer que lo acusa de violación en 2009. El fiscal general de París, Rémy Heitz, confirmó en un comunicado la decisión en apelación, que despeja un poco más el horizonte político de este peso pesado del gobierno del presidente Emmanuel Macron.
«Por quinta vez en casi seis años, la Justicia afirma que no se puede imputar a Gérald Darmanin ningún acto reprensible», celebraron sus abogados, Pierre Olivier-Sur y Mathias Chichportich. «¡Qué sorpresa!», ironizó por su parte la abogada de la acusación, Elodie Tuaillon-Hibon, al anunciar un recurso en casación y, en caso de nuevo revés, una denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Sophie Patterson-Spatz, de 50 años, denunció al actual ministro de Interior por primera vez en 2017 por hechos que se habrían producido en París en 2009, cuando Darmanin formaba parte del servicio jurídico del partido de derecha UMP. Entonces, la denunciante contactó con él para obtener su apoyo de cara a revisar una condena de 2005 por chantaje y llamadas malintencionadas a un exnovio.
Según la mujer, durante una fiesta, este le dio a entender su posible apoyo a través de una carta que enviaría al ministerio de Justicia, a cambio de una relación sexual. Ambos reconocen haber mantenido relaciones sexuales, pero Patterson-Spatz asegura que se vio obligada a ello cuando Darmanin, que entonces contaba con 26 años, le dijo: «Usted también tendrá que ayudarme». El ministro del Interior afirma por su parte que cedió a los «encantos» de una mujer «atrevida».
Después que sus denuncias se archivaran en varias ocasiones, la denunciante consiguió que a mediados de 2020 un juez de instrucción se hiciera cargo del caso, pero sin éxito. El presidente francés le nombró ministro del Interior a pesar de las acusaciones, que ya pesaban sobre él cuando estaba a cargo de Hacienda. Al menos dos exministros de Macron se han visto envueltos en acusaciones de violación, pese a que la lucha contra la violencia contra las mujeres es una de sus promesas electorales.