Más de 40.000 niños menores de cinco años han sido hospitalizados durante las últimas semanas en Afganistán, asolada por una ola de frío que ha dejado ya casi 90 muertos en todo el país.
El balance del Ministerio de Salud, recogido por la agencia de noticias afgana Pajhwok, recoge un total de 88 fallecidos y unos 10.000 niños menores de cinco años hospitalizados cada semana en los hospitales afganos, la mayoría por problemas respiratorios.
También se tiene constancia de al menos seis fallecidos y 120 afectados por fugas de gas en los calentadores caseros de los domicilios del país, según ha añadido el portavoz del Ministerio, Sharafat Zaman.
El Ministerio de Gestión de Desastres ha comunicado que se ha distribuido ayuda alimentaria a al menos 5.000 familias afectadas por el descenso repentino de las temperaturas, que ha provocado grandes nevadas y ha bloqueado las carreteras en varios estados del centro y norte de Afganistán.
De hecho, en los últimos días, la capital afgana, Kabul, ha registrado interrupciones en el sistema de suministro de agua y electricidad. La Cámara Afgana de Industrias y Minas ha alertado de que los servicios para los clientes no están activos ni durante una hora.
La nueva ola de frío ha bloqueado los puntos de acceso a las zonas más remotas de Afganistán, donde ya de por sí escasean medicinas y alimentos. Los cultivos de invierno han resultado gravemente dañados, en especial las hortalizas, agravando así aún más la crisis alimentaria.