Un número cada vez mayor de escuelas y universidades públicas de Estados Unidos están prohibiendo TikTok, la popular aplicación de redes sociales de propiedad china que permite a los usuarios compartir videos cortos.
Siguen el ejemplo del gobierno federal y de varios estados, que están prohibiendo la aplicación de redes sociales porque las autoridades creen que los gobiernos extranjeros (específicamente China) podrían utilizar la aplicación para espiar a los estadounidenses.
La Universidad de Oklahoma, la Universidad de Auburn, Alabama y 26 universidades públicas de Georgia han prohibido la aplicación en las redes Wi-Fi de sus campus. El gobernador de Montana ha pedido al sistema universitario del estado que la prohíba.
Algunos centros de enseñanza primaria y secundaria también han bloqueado la aplicación. Los colegios públicos de los condados de Stafford, Prince William y Loudoun, en Virginia, han prohibido TikTok en los dispositivos escolares y en las redes Wi-Fi de los colegios.
El superintendente de educación del estado de Luisiana recomendó que las escuelas del estado eliminaran la aplicación de los dispositivos públicos y la bloquearan en los dispositivos escolares.
Como investigador especializado en ciberseguridad, no creo que estas escuelas estén exagerando. TikTok captura los datos de los usuarios de una forma más agresiva que otras aplicaciones.
La versión de TikTok que está suscitando todas estas preocupaciones no está disponible en la propia China. En un esfuerzo por proteger a los estudiantes chinos de los efectos nocivos de las redes sociales, el Partido Comunista Chino ha promulgado una norma que limita el tiempo que los estudiantes pueden pasar en TikTok a 40 minutos al día. Y sólo pueden ver videos de temática patriótica o contenidos educativos, como experimentos científicos y exposiciones de museos.
Tácticas agresivas para captar y recopilar datos de los usuarios
Todas las grandes plataformas de redes sociales plantean problemas de privacidad e incluyen riesgos de seguridad para los usuarios.
Pero TikTok hace más que el resto. Su configuración de privacidad por defecto permite a la aplicación recopilar mucha más información de la que realmente necesita para funcionar.
Cada hora, la aplicación accede a las listas de contactos y calendarios de los usuarios. También recopila la ubicación de los dispositivos utilizados para acceder al servicio y puede escanear los discos duros conectados a cualquiera de esos dispositivos.
Si un usuario cambia la configuración de privacidad para evitar ese escrutinio, la aplicación le pide insistentemente que restablezca ese permiso. Otras aplicaciones de redes sociales, como Facebook, no piden a los usuarios que revisen su configuración de privacidad si bloquean su información.
La forma en que TikTok gestiona los datos que recopila de los usuarios también suscita preocupación. El regulador de protección de datos de Irlanda, por ejemplo, está investigando posibles transferencias ilegales de datos de ciudadanos europeos a servidores chinos y posibles violaciones de las normas que protegen la intimidad de los niños.