Al menos diez muertos, y otras diez personas trasladadas a hospitales en estado crítico o estable, es el resultado provisional del último tiroteo masivo en Estado Unidos.
El atentado sucedió en Monterey Park, en la zona este de la ciudad californiana de Los Ángeles, a unos 16 kilómetros, durante la celebración de una fiesta para conmemorar el nuevo año chino.
El capitán Andrew Meyer, del departamento de homicidios de la oficina del sheriff de Los Angeles, ofreció los números de la tragedia e informó de la búsqueda del presunto pistolero, que se dio a la fuga.
Del supuesto autor solo se dijo que era un hombre, sin todavía concretar su aspecto. “Estamos trabajando en todas las pistas del caso”, afirmó Meyer. En esta comparecencia, en la madrugada del domingo, señaló que aún no habían podido determinar la causa de la masacre.
Pero en el ambiente rondaba la idea de que la comunicad asiática se ha visto muy amenazada y ha sufrido numerosos atentados en los últimos años, cuando la pandemia acentúo el racismo hacia esta comunidad.
“No sabemos si las víctimas eran un objetivo concreto”, añadió. Matizó que todavía “estamos en una fase muy temprana de la investigación para determinar si es un crimen de odio”. Insistió en que “vamos a revisar todos los ángulos”.
La población de Monterey Park es en un 65% asiática, según los datos del 2020 que ofrece el municipio en su sitio web. La ciudad tiene 61.000 residentes.
Este es el peor tiroteo en California en los últimos años. Sucedió la noche del sábado. La policía indicó que los hechos ocurrieron en la West Garvey Avenue de Monterey Park. En esa dirección se encuentra el Ballroom Dance Studio, una popular sala de baile, donde se había convocado “una noche estelar” con motivo del nuevo año lunar. La fiesta estaba convocada de 8 a 11.30 horas de la noche del sábado.
Wong Wei, un residente local, explicó al Los Ángeles Times, que una amiga estaba en la sala cuando se produjo el tiroteo. Había ido al lavabo y, al regresar, vio al pistolero y tres cuerpos a su lado, dos mujeres y el que dijo era el propietario del lugar. Su amigo logró huir y que también le había comentado que ese hombre “disparaba al azar, indiscriminadamente, con un arma larga».
Seung Won Choi, propietario de una marisquería cercana, nada más cruzar la calle de donde se produjo el suceso, recordó que tres personas llegaron corriendo a su restaurante y le dijeron que cerrara las puertas de inmediato porque un hombre armado estaba disparando en la sala de baile. Le especificaron que una vez vació el cargador, volvió a cargarlo.
Miles de personas se habían concentrado en la ciudad con motivo de la celebración de dos días del año nuevo chino. Todos los actos de este domingo fueron cancelados.
Al capitán Meyer le preguntaron en la rueda de prensa por otro incidente y replicó que sabían que había ocurrido algo, sin determinar, en el término de Alhambra, el vecindario.