Luis Alberto Chacón Alvarado, alias “Wicho Veneno”, vinculado con una estructura de narcotráfico que opera en Izabal y la frontera con Honduras, fue aprehendido ayer miércoles 18 de enero durante un operativo de las fuerzas de seguridad desarrollado en los departamentos de Izabal y Huehuetenango, del vecino país guatemalteco.
Según las investigaciones, el detenido se dedicaba a recibir cargamentos de droga en Honduras proveniente de Suramérica y posteriormente la movilizaba por el oeste de Guatemala para entregarla en México.
No es la primera vez que este sujeto cae ante las autoridades locales. Ya le pasó en 2013 cuando lo arrestaron por asociación ilícita y fue condenado a seis años de prisión por este delito tres años después.
El Tribunal Primero de Sentencia Penal condenó a Chacón Alvarado y a otros 10 integrantes de la estructura criminal “Los Veneno”, por narcotráfico y asociación ilícita.
Junto con Chacón Alvarado fueron sentenciados Mirly Mariela Lemus; Rudy Vinicio Leonardo Cahueque; Nery Eli Méndez Mayorga; Luis Ricardo Lemus Flores y Sergio Obdulio Chacón Alvarado. Ellos cumplieron una condena de 6 años de prisión por el delito de asociación ilícita.
Vínculos con narcotraficante capturado en Honduras
De acuerdo con información de las entidades antinarcóticas la estructura a la que pertenece Chacón Alvarado está vinculada con el narcotraficante Mario Ponce Rodríguez, quien fue capturado en Honduras y sentenciado a 25 años de prisión en 2012 por una corte del Distrito Sur de Florida, Estados Unidos, tras ser hallado culpable de conspiración para distribuir al menos nueve mil kilogramos de cocaína hacia aquella nación.
Ponce Rodríguez recibía la droga en Izabal vía aérea y luego ordenaba a otros que la llevaran a sitios donde era escondida hasta su envío a México y después a Estados Unidos.
El narcotraficante fue detenido en el aeropuerto Ramón Villeda Morales de la zona norte de Honduras, en mayo de 2011, cuando arribó junto con dos compatriotas suyos en un helicóptero en el que las autoridades hallaron restos de cocaína.
Después de siete meses de permanecer en una prisión hondureña, bajo fuertes medidas de seguridad, Ponce fue extraditado a Estados Unidos ese mismo año.
Días antes, siete hombres armados que viajaban en tres vehículos blindados intentaron liberarlo de la cárcel, pero la Policía los descubrió y arrestó.
Desde entonces la estructura operó en el área y mantuvo el traslado de droga que llegaba procedente de Colombia a Honduras y luego la llevaban a municipios del altiplano como Huehuetenango para dársela a emisarios del cartel de Sinaloa, con quien Ponce mantenía los negocios.
De avioneta mutaron a trasegar la droga vía marítima, en las mismas coordenadas fronterizas de Guatemala y Colombia, en el departamento de Izabal.