El empresario Elon Musk volvió a criticar en sus redes sociales la actividad del Foro Económico Mundial que se desarrolla estos días en Davos, Suiza.
«El Foro Económico Mundial se está convirtiendo cada vez más en un gobierno mundial no electo que la gente nunca pidió y no quiere», escribió este miércoles el multimillonario.
También publicó un tuit con una encuesta, preguntando si la organización en cuestión «debería controlar el mundo». Hasta el momento, la mayoría votó que ‘no’ está de acuerdo con eso.
Las declaraciones del magnate se producen en medio de la sesión anual del Foro Económico Mundial en la ciudad de Davos que comenzó el 16 de enero. Este año, sobre la mesa hay un amplio abanico de problemas que se discuten, entre los que destaca la perspectiva de una recesión mundial.
Poco antes se informó que el propietario de Tesla, SpaceX y Twitter no había sido invitado a la cumbre en curso, y que su última invitación fue en 2015. Musk, por su parte, aseguró anteriormente que había recibido una invitación, pero que la había rechazado porque la reunión es demasiado «aburrida».
«La razón por la que rechacé la invitación a Davos no fue porque pensara que estaban tramando algo diabólico, sino porque sonaba aburridísimo», escribió.
Hipocresía, aviones privados y prostitutas
Mientras tanto, la organización se enfrenta a una creciente ola de descontento público. Críticos y activistas ambientales han denunciado la «hipocresía» en el uso de aviones privados por parte de los asistentes a la reunión, en la que uno de los temas centrales es el cambio climático.
Por otro lado, un fenómeno que ha llamado la atención es la amplia demanda de servicios sexuales durante la cumbre. Se informa que las acompañantes se alojan en los mismos hoteles que los altos cargos y sus empleados durante los cinco días que dura el foro.
Así, decenas de manifestantes marcharon a principios de esta semana por el pueblo suizo de Kublis para protestar contra el Foro Económico Mundial. Las manifestaciones se extendieron a Zúrich, donde unas 400 personas se opusieron al evento bajo el lema de «graven [con impuestos] a los ricos, salven al clima».