Vendedores de la tercera avenida protestan en las afueras de sus locales y frente a las instalaciones de la alcaldía sampedrana exigiendo que no sean desalojados de sus establecimientos.
Según los manifestantes, el 20 de enero estarían siendo desalojados más de 11 mil vendedores por las autoridades municipales de la ciudad sampedrana.
¡Nadie vende! Los negocios cercanos están siendo amenazados a cerrar e invitan a sus dueños a que se unan a la protesta.
Piedras, palos, metales, fósforos, llantas, rótulos, y otros objetos, son las armas con que los manifestantes «invitan» a dialogar a las autoridades municipales.
Los protestantes le hacen un llamado a los organismos de Derechos Humanos para que les ayuden a recuperar la mercadería que fue decomisada supuestamente por agentes municipales.
¡Caos! Los vendedores lanzan una «lluvia» de piedras a los efectivos del orden y se comienzan a quemar llantas a pocos metros de la puerta principal de las instalaciones de la alcaldía sampedrana.
Autoridades policiales hacen un llamado a los protestantes a que se manifiesten de manera pacifica, pero advierten que no dejarán que el fuego se esparza en negocios o edificios cercanos.
El edil sampedrano, Roberto Contreras, no se encuentra en las instalaciones de la alcaldía municipal y los vendedores se preguntan, ¿Dónde está Roberto?