Cuando el Perú vive una virtual guerra civil, de la que el gobierno de Lima responsabiliza al expresidente Evo Morales, éste anuncia que el 23 de enero creará en Buenos Aires, Argentina una “coordinadora” de sus intereses en la región.
Morales no ha mencionado quiénes asistirán a la reunión en la capital argentina, pero en La Paz sus colaboradores aseguran que han sido convocados movimientos de cocaleros de Perú, Ecuador y Colombia, además de otras organizaciones que no quieren mencionar de otros países.
El anuncio fue hecho por Morales como una señal de que sus relaciones con el presidente Luis Arce están muy afectadas, ya que no fue invitado a los festejos de la llegada al poder del Movimiento al Socialismo (MAS), que serán el 22 de enero.
Dijo que ese día estará en Buenos Aires, con sus amigos peronistas, y al día siguiente tendrá el gusto de crear el instrumento regional que le permita consolidar un ámbito mayor para sus operaciones y de los “pueblos plurinacionales de América Latina”.
Crisis en Perú
Por el momento, Morales opera en medio de la parálisis de la economía formal boliviana, con las fronteras cerradas por las protestas en Bolivia y Perú, protestas que, sin embargo, no perjudican al narcotráfico, un negocio que usa una enorme flotilla de avionetas.
Las actividades económicas de Santa Cruz están frenadas por la protesta de sus habitantes ante la detención del gobernador Luis Fernando Camacho, lo que afecta a todo el resto del país por la falta de los alimentos que allí se producen.
Cuando Morales era solamente dirigente sindical de los productores de coca de Chapare solía frenar la salida de productos de Santa Cruz mediante el bloqueo de la carretera que atraviesa su zona. Ya en la presidencia de la república, logró lo mismo con más facilidad, prohibiendo legalmente algunas exportaciones de Santa Cruz.
Esta vez, el conflicto peruano afecta a la ciudad de La Paz, y su satélite, El Alto, con fuertes conexiones comerciales, ahora frenadas por el virtual cierre de la frontera. Se calcula que cada día el perjuicio equivale a 5,8 millones de dólares.
Paralizada media Bolivia y paralizado medio Perú, se da por descontado que, en cambio, el sulfato de cocaína (“pasta base”) que se produce en la región peruana de VRAEM sigue llegando en avionetas a las fábricas de clorhidrato de cocaína instaladas en Bolivia, para su inmediata exportación incluso a mercados de ultramar. El viernes pasado, la policía capturó una carga de 700 kilos de cocaína en Chapare, muy cerca de donde estaba Morales.