Varias regiones de Ucrania declararon esta tarde (14.01.2023) la alerta por una nueva oleada de ataques con misiles por parte de las fuerzas rusas que han alcanzado zonas residenciales, según fuentes ucranianas, que se suman a los bombardeos de esta mañana. El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, instó al G7 y a la Unión Europea a «acabar» con la industria rusa de misiles y drones mediante la imposición de sanciones.
«Cada oleada de misiles agota aún más las reservas rusas. No obstante, todavía son capaces de producir nuevos. Podemos y debemos acabar con su industria de misiles y drones con un ataque masivo de sanciones», escribió Kuleba en un mensaje en Twitter, citado por «Evropeiska Pravda». El ministro instó al grupo de los siete países más industrializados del mundo y a la UE a «aplicar sin demora las sanciones pertinentes propuestas por Ucrania».
Kyrylo Tymoshenko, jefe adjunto de la oficina del presidente, informó de «terribles noticias» desde Dnipró, la cuarta ciudad más poblada del país, donde varias personas se encuentran bajo los escombros de un edificio de apartamentos, informó la agencia Ukrinform. Posteriormente indicó que un total de quince personas han sido rescatadas de debajo de un edificio de nueve plantas. El gobernador regional, Valentyn Reznichenko, confirmó la muerte de cinco personas. «Veintisiete personas están heridas. Seis niños están entre ellos. Todos están en el hospital», añadió.
El jefe de la administración militar regional de Járkiv, Oleh Synehubov, informó del impacto de dos misiles contra instalaciones de la infraestructura crítica. También en la región de Leópolis, «el enemigo atacó un objeto de la infraestructura crítica», informó el jefe de esa administración militar, Maksim Kozitsky. Asimismo se informó de la activación de los sistemas de defensa antiaérea en las regiones de Mykolaiv y Odesa.
«Si no podemos alcanzar un acuerdo de paz global, buscaremos altos el fuego localizados y limitados, desescaladas locales», afirmó Ibrahim Kalin, asesor del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien pidió a Rusia un alto el fuego la pasada semana. Ni Rusia ni Ucrania «están en condiciones de ganar militarmente», dijo, confiando en que «al final tendrán que negociar para alcanzar un resultado aceptable» para ambas partes. «De momento nadie quiere dejar de luchar, pero debemos seguir pidiéndoles que lo hagan», apuntó.