El expolicía ecuatoriano Germán Cáceres -acusado de haber asesinado el 11 de septiembre de 2022 a su esposa dentro de un cuartel cerca de Quito- confesó el feminicidio, pero no habló de cómplices ni encubridores en este caso que se volvió emblemático de la violencia contra las mujeres en Ecuador, según trascendió este jueves (12.01.2023).
Así lo reveló el abogado de la familia de la víctima, Jesús López, quien asistió a la audiencia en una cárcel de la ciudad portuaria de Guayaquil, donde el exagente rindió su versión y aceptó haber asesinado a su esposa, María Belén Bernal. «Él ha confirmado que le quitó la vida», aseguró López a periodistas a las afueras de la cárcel donde Cáceres fue recluido el pasado 3 de enero, luego que fuera expulsado de Colombia donde se encontraba prófugo y era buscado por la INTERPOL.
Según el abogado, el asesino confeso ha declarado que mató a su esposa cuando ella lo fue a ver en la Escuela de la Policía donde trabajaba como instructor y que, tras el crimen, la enterró en una zona agreste de un cerro cercano al cuartel. «Según lo que él ha referido, nadie lo ayudó», relató López que insistió en sus sospechas de que el reo ha faltado a la verdad en aspectos que prefirió no anticipar hasta que termine la instrucción fiscal.
El expolicía es el principal sospechoso del feminicidio de María Belén Bernal, quien fue declarada desaparecida el pasado 11 de septiembre. Diez días después, su cadáver fue encontrado, según los exámenes forenses, con signos de estrangulamiento.
El feminicidio de Bernal ha indignado a la sociedad ecuatoriana, sobre todo porque se produjo dentro de una instalación policial, lo que ha llevado a la madre de la víctima, Elizabeth Otavalo, a calificarlo como un «crimen de Estado».
Después de las primeras declaraciones de Cáceres sobre su detención, la Fiscalía ha anunciado que pedirá la libertad para la cadete que se encuentra en prisión provisional como presunta cómplice del feminicidio de la abogada Bernal.