La planificación anual del Ministerio de Defensa Nacional de Corea del Sur que contiene datos sobre un ejercicio de simulación teórica que contempla un ataque nuclear por parte de Corea del Norte fue remitida este miércoles (11.01.2023) al presidente Yoon Suk-yeol.
El ejercicio de simulación teórica (en inglés TTX, siglas de «tabletop excercise») se realizará en la segunda mitad de febrero en EE. UU., tal y como acordaron ambas partes en la reunión bilateral de ministros de Defensa anual celebrada el pasado noviembre.
Un TTX es una sesión de discusión y debate entre uno o varios equipos para esclarecer los roles y la respuesta que se espera de una rama o individuo concreto en uno o varios escenarios en los que se presenta una emergencia.
Seúl y Washington llevan realizando TTX desde hace más de una década pero es la primera vez que la discusión contemplará un escenario en el que Corea del Norte hace uso de un arma nuclear, según explicó una fuente militar anónima a la agencia Yonhap.
Este hipotético escenario ha copado los medios surcoreanos en los últimos días después de que el propio Yoon Suk-yeol afirmara en una entrevista reciente que los aliados estaban hablando de un ejercicio conjunto que implicase activos nucleares estadounidenses con elemento para disuadir o responder a un ataque atómico de Pionyang.
En el plan de 2023 también se contempla realizar un ejercicio de primavera, «Freedom shield», que durará 11 días seguidos (hasta ahora se permitía descansar el fin de semana).
Además de este ejercicio, Seúl y Washington han planeado una veintena de maniobras sobre el terreno en la primera mitad del año, entre los que se incluye el famoso ejercicio de desembarco anfibio «Ssangyong» («doble dragón») que se realizará este año a nivel de división (cada división incluye varias brigadas o regimientos) en vez de a nivel de brigadas.
A su vez, el ejército surcoreano espera lanzar su primer satélite enteramente dedicado a la vigilancia y el reconocimiento en la primera mitad del año y antes de que acabe 2023 está previsto que se realice una tercera y última prueba de un cohete espacial de combustible sólido con el cual Seúl quiere ser capaz, de manera independiente, de enviar satélites al espacio (quiere lanzar otros cuatro de reconocimiento antes de 2025).
Esta planificación refleja el nivel histórico de tensión que se vive en la península, después de un 2022 en el que Pionyang realizó un número récord de pruebas de armas y los aliados volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar momentáneamente activos estratégicos estadounidenses.